Buenos días, hoy os proponemos una actividad divertida y relajante.
El bote de la calma es un bote que ayuda a aliviar el estrés de los más peques en los momentos de enfados
y rabietas. También es llamado botella, bote o frasco de la calma, sensorial o
de Montessori porque está basado en este método pedagógico de principios del
siglo XX creado por María Montessori.
La base del método Montessori se basa y
apoya en el respeto, la libertad, la autonomía y los
valores, fundamentales para el óptimo
desarrollo de todo ser humano. Se fundamenta en una metodología activa, en la
que el niño es el principal protagonista y donde la observación directa del
mismo es fundamental para conocer sus intereses y desarrollar sus capacidades.
El bote de la calma es una manualidad
ideal para realizar con los niños de infantil y primaria haciéndolos partícipe
en la elaboración de la misma, eligiendo los elementos a introducir en ella.
Son muchas las formas y maneras de
realizar un bote de la calma, lo principal es agua templada y purpurina, y para
que la purpurina tarde más en caer y nos podamos calmar mientras la miramos,
podemos poner pegamento o cola, gel fijador (gomina), aceite corporal,
glicerina o gel de baño. A más cantidad
de estos productos, más tardará la purpurina en caer.
A continuación os dejamos algunos
vídeos ilustrativos sobre cómo hacer tu bote de la calma.
Cómo hacer un bote de la calma y para que sirve (recuperado de la página de youtube AlmiClub)
Otra forma de realizar un bote de la clama (recuperado de la página de youtube mamacreativa diy)
Para que el bote de la calma surta
efecto en vuestros pequeños (y tan pequeños) recuerda estos pequeños consejos:
- Enséñasela antes de que se enfade, para
que sepa lo que es y cómo funciona. Sería interesante que la hagas con ellos,
que elijan el color de la purpurina e incluso que la personalicen con algún
dibujo que les guste.
- Deja que interactúen con la botella
ellos solos, sin imposiciones ni condicionamientos previos.
- Sacude la botella, dásela al niño/a y
mira a ver qué hace. Puedes contarle una historia sobre el torbellino que se
forma en la botella cuando la agitas (igual que el que se forma en su interior
cuando se enfada) y los granos brillantes que caen lentamente cuando el
torbellino se va pasando (como cuando su respiración se hace más lenta cuando
se le pasa el enfado).
Esperamos que os guste esta actividad y, sobre todo, que cuando lo necesitéis, os calméis mirando vuestra preciosa botella.